30 de octubre de 2009

Escribe Žižek (II)...



"Pensemos en el falso sentido de urgencia que domina el discurso humanitario liberal-progresista sobre la violencia: en él la abstracción y la (pseudo)concreción gráfica coexisten en la representación de la escena de violencia -contra mujeres, negros, vagabundos, gays, etc.-: 'En este país se viola a una mujer cada seis segundos' y 'En el tiempo que te lleva leer este párrafo morirñan de hambre diez niños' son dos ejemplos de ello. Precisamente hace un par de años la cadena comercial Starbucks instrumentalizó este tipo de pseudourgencia cuando, en la entrada de las tiendas, unos carteles de agradecimiento al cliente señalaban que aproximadamente la mitad de los beneficios de la franquicia se destinaban a mejorar la salud de los niños de Guatemala, de donde procedía su café, de lo cual se infería que por cada taza que te bebías salvabas la vida de un niño.
Hay un límite antiteóricos fundamental a estas acotaciones de urgencia. No hay tiempo para reflexionar: debemos actuar ahora. A través de esta falsa sensación de urgencia, el millonario postindustrial que vive en su retirado mundo virtual no sólo no niega o ignora la cruel realidad, sino que se refiere a ella constantemente. Como lo expresó no hace mucho Bill Gates: '¿Qué importan los ordenadores cuando hay millones de personas que mueren innecesariamente de disentería?'.
A esta falsa urgencia queremos oponer la maravillosa carta de Marx a Engels de 1870, cuando por unos momentos pareció que la revolución europea volvía a ser inminente. La carta de Marx expresa su pánico: ¿no pueden esperar un par de años los revolucionarios? Todavía no había cabado El capital."

(Sobre la violencia. Seis ensayos marginales, p15-16)

27 de octubre de 2009

Escribe Žižek (I)...


"Tenemos muy presente que las constantes señales de violencia son actos de crimen y terror, disturbios civiles, conflictos internacionales. Pero debemos aprender a distanciarnos, apartarnos del señuelo fascinante de esta violencia 'subjetiva', directamente visible, practicada por un agente que podemos identificar al instante. Necesitamos percibir los contornos del trasfondo que generan tales arrebatos. Distanciarnos nos permitirá identificar una violencia que sostenga nuestros esfuerzos para luchar contra ella y promover la tolerancia".

(Sobre la violencia. Seis ensayos marginales, p9)

24 de octubre de 2009

Un contrapeso a "Boil" de Asa Benveniste: "In a Bath Teashop" de John Betjeman


De la misma antología que me deparó uno de los peores poemas que he tenido el disgusto de leer pueden extraerse, sin embargo, para compensar, pequeños tesoros como uno de John Betjeman que dejo en la traducción de Matías Serra Bradford:


EN UNA CASA DE TÉ DE BATH

"No hablemos, hagámoslo por el amor que nos tenemos-
Tomémonos de las manos y curioseemos."
Ella, una mujer pequeña y muy ordinaria;
él un cretino colosal;
pero los dos, por un momento, apenas más abajo que los ángeles
en ese rinconcito de la casa de té.

(La isla tuerta, p49)


21 de octubre de 2009

Pero Brett Favre volvió. Una nota sobre fútbol americano y poética



El 18 de agosto, día de mi cumpleaños, Brett Favre, el quarterback retirado unos meses antes, y a cuya jubilación dediqué un poema tras leer el que un fan envió a una emisora de televisión local de Milwaukee, firmó un contrato de dos años con los Minnesota Vikings por un montante de 25 millones de dólares y volvió a la actividad deportiva. Tras tantas portadas sobre el "fin de una época", la época se reanudaba por un enorme puñado de dólares. Coincidencia y justicia poética.

Poco que decir de la coincidencia. Pero sí justicia poética del "a destiempo", de lo intempestivo. Justicia contra la precipitación. Justicia que suscita la convicción del ridículo. Justicia poética respecto a las formas y los temas lanzados al vertedero de la historia por el apresuramiento de las "poéticas-anuncio" de las que a veces participamos irreflexivamente.

He aquí uno de los riesgos de querer borrar de un plumazo la tradición y proclamar una ruptura à la Foucault, una escansión irreductible, un hiato, una cesura: el corte axial protagonizado por una vanguardia tanto más ingenua cuanto má convencida de serlo.

También en la tradición personajes menores protagonizaban tramas poéticas. "Épicos" que luego se van empequeñeciendo con el paso del tiempo como el Stalin de Neruda ("Junto a Lenin/Stalin avanza/Y así, con blusa blanca/Con gorra gris de obrero/Stalin,/Con su paso tranquilo/Entró en la Historia acompañado de Lenin y el viento") u otras más mundanas, menos trascendentales para la Historia pero de fama en su momento, como el duque de Osuna en Quevedo ("Faltar pudo su Patria al grande Osuna/Pero no a su defensa sus hazañas/Diéronle Muerte y Cárcel las Españas/De quien él hizo esclava la Fortuna").

Algunas veces los protagonistas han sido iconos de escasa magnitud, como el portero del Orihuela de la "Elegía al guardameta" de Miguel Hernández ("Tu grillo, por tus labios promotores,/de plata compostura,/árbitro, domador de jugadores, director de bravura,/¿no silbará la muerte por ventura?//En el alpiste verde de sosiego,/de tiza galonado,/para siempre quedó fuera del juego/sampedro, el apostado en su puerta de cáñamo añudado.//Goles para enredar en sí, derrotas,/¿no la mundial moscarda?/que zumba por la punta de las botas,/ante su red aguarda/la portería aún, araña parda..."), o la celebrada casi únicamente por Cirlot, Rosemary Forsyth, alias Bronwyn ("Regreso a tu Brabante/imaginariamente./Porque aquel año mil ya se perdió/entre las espirales oceánicas/y sería un error/buscarte por las calles de Lovaina/o de un pueblo en la costa/frente a unos frisios rubios que no existen...").

En estos cuatro casos, Bronwyn y el guardameta de Hernández pueden ser leídos como actores menores y Stalin y el Duque de Osuna como actores esperpénticos. Sin embargo, aunque los cuatro puedan provocar la sonrisa condescendiente ante la bufonada, tengo la impresión de que, aparte de la no canonicidad del autor o su falta de capital simbólico, no pueden trocar el poema en un artefacto demasiado perecedero, demasiado sometido a los vaivenes de la fortuna que lo muta en exiguo y lo liquida por grotesco como sí acontece con el personaje "Favre".

Quizá es que los héroes mediáticos (especialmente los "post") sean más lábiles y volátiles. No por sí mismos, por su supuesta naturaleza (no se ve porqué Favre sea más "temporal" que el portero del Orihuela), sino por su inclusión en la compleja constelación capitalista de tiempo-espacio-información-dinero que, proteicamente, cambia constantemente para asegurar la posibilidad de reproducción de la mercancía. El portero del Orihuela estaba también integrado en esta constelación pero su complejidad era mínima: vivía en una época en que el mundo de la vida no estaba saturado por el mercado.

Utilizar a "Favre" como referente es arriesgarse a que la caducidad del texto se acentúe porque su movilidad, su flujo icónico contextual condicionado por la mercancía, lo desactualiza antes mismo de que pueda ejercer su papel en el constructo poético.

Seguramente por ello, servirse de post-iconos desgajados de la tradición, y proclamarlos como una alternativa que permita romper con el peso de una tradición vista como anquilosada y castradora, tal vez sea pueril. O puede que la puerilidad se reduzca a algo tan elemental como la afirmación aristotélica de que lo más digno de crédito es aquello más antiguo pues es incorruptible (Retórica, 1376a).

18 de octubre de 2009

Número 13 de la revista "Mar de poesías"




La revista "Mar de poesías", acaba de publicar su número 13 y ha tenido la gentileza de incluir un texto de un libro en el que llevo años trabajando, primero sólo y ahora en colaboración con José Naveiras, que tiene por título el mismo que el de este Blog: Bajo la lluvia.

En este número colaboran, además de un servidor, Ángel Nungaray / Betty Fernández Herrera / Antonio C. Pourrère / Elisa Dejistani / Ernesto Orellano / Estel Julià / Francisco Jesús Muñoz Soler / Ian Welden / Ingrid Chicote / Ingrid L. Lobos Inzunza / Javier Gaytán Gaytán / Javier Zamudio / José A. Soria Estevan / Juan Carlos Rodríguez / Laia López Manrique / Lilia Hernández Vergara / María M. Gabetta / Pedro Bosqued / Pedro Pruneda / Pepa Más Gisbert / Ramón Martínez Martín / Rubén Eduardo Gómez / Teresa Iturriaga Osa / Tomás Rivero y Ulises Varsovia.

Podéis ver el contenido de la revista aquí.

Dejo aquí también el enlace con la Revista de Cultura Almiar / Margen Cero que edita "Mar de poesías".

15 de octubre de 2009

El empecinamiento




Hace unos meses, asustado por su paulatina pérdida de hegemonía entre el profesorado y los medios de comunicación, el lobby pedagogista capitaneado por los sindicatos y grupos más comprometidos con el "negocio educativo" -CCOO, algunos de los STES o la nefasta Asociación "Rosa Sensat", por ejemplo- publicó un lamentable panfleto autocalificado como "Manifiesto pedagógico" con el título "No es verdad".

Perfecto ejemplo de lo que Pérez Reverte describió como la "arrogante impunidad... ausencia de autocrítica y... cateta contumacia" de quienes se empecinan en negar su objetiva alianza con los intereses de las patronales educativas privadas y las políticas neoliberales de los sucesivos gobiernos y se reafirman en la necesidad de ir aún más lejos en sus propuestas, ha merecido una espléndida respuesta de Ricardo Moreno Castillo (autor del Panfleto antipedagógico). El artículo se llama "No es verdad que no sea verdad": una soberbia bofetada en las sonrosadas mejillas de la pija corrección política.

Lástima que el dogmatismo pedagógico eclesial de esta izquierda "realmente existente" no reciba más a menudo una sonora serie de hostias.

12 de octubre de 2009

Sobre el rechazo al desarrollo de una ciencia de la literatura, escribe Itamar Even-Zohar...




“En otras palabras, sí es mi tarea mostrar cómo todas las empresas no científicas, una vez que intentan hacer generalizaciones (¡y nunca están ausentes de ellas!), caen en la trampa de ‘hablar en prosa’ sin ser conscientes de ello, al formular leyes implícitas cuya aceptabilidad es altamente dudosa, a menos que se hagan de ellas nuevos dogmas religiosos. Mi desaprobación de estas tendencias no es motivada por su rechazo del programa científico, sino por el hecho de que mientras rechazan la idea de leyes, fabrican en abundancia unas leyes que son ofrecidas por ellos como verdades absolutas e irrefutables”.

(“The Quest for Laws”, p2).

9 de octubre de 2009

Poetas que hacen algo diferente




Por el blog de José María Cumbreño, un blog excelente dicho sea de paso, me llega noticia de un auténtico acontecimiento: un partido entre poetas mañana 10 de octubre. Eso sí es una performance interesante. Espero que alguien tenga la decencia de grabarlo y subir a vimeo o youtube los Highlights del encuentro.

Más información en http://partidosdepoetas.blogspot.com

8 de octubre de 2009

Un poema que detesto: "Boil" de Asa Benveniste


Y recuerda, aunque solo seas un poeta. que hay alguien, en alguna parte, cuya paciencia finalmente te ha tocado a ti agotar. Porque la poesía, debemos aceptarlo, aunque nimia es esencial; su constante propósito es establecer enemistades.

Roy Fisher

Generalmente, en los Blogs acostumbramos a colgar poemas que nos parecen buenos, brillantes, originales o, simplemente, poemas de amigos, conocidos, compañeros o bien de futuros amigos, futuros conocidos o futuros compañeros.

Parece entonces la blogosfera poética una especie de Woodstock donde imperan la amistad, las buenas intenciones, la buena voluntad. A esto no es ajeno ni el medio, ni la posición en el campo literario de los que nos comunicamos vía Blog ni, tampoco, una cierta preconcepción de lo poético como factor de unión, vínculo social positivo, herramienta para tranformar el mundo, etc. Aquella tópica visión de la poesía como "arma cargada de futuro" (qué tipo de futuro y qué clase de arma sea ya es otro tema) parece impregnar la blogosfera.

Sin embargo, si, como siempre, no se atiende al término medio, se acaba cayendo en la mistificación y la impostura. De la misma manera que hay construcciones que nos fascinan, hay otras que nos producen repugnancia, nos parecen pésimas, nos dejan fríos o, simplemente, detestamos. Pero de éstas no acostumbramos a hablar.

Es cierto que tal vez simplemente pase, como señala la cita de Fisher, que en un momento determinado algún artefacto verbal nos acaba los cuartos y que su valor, en otras circunstancias, sería muy diferente. Pero el hecho es que sucede, pasa más veces de las que se desearía, y nos lo callamos en la blogosfera. Convertirla entonces en un Reino de Nunca Jamás donde sólo se habla de lo que estéticamente juzgamos como meritorio, no sería, al menos, honesto.

Un caso de estos me ha sucedido recientemente. Hacía tiempo que no detestaba tanto un poema como "Boil" de Asa Benveniste. Ando tras las pistas de porqué me parece tan pésimo y supongo que eso dirá más sobre mi manera de leer y apreciar la poesía que cualquier texto que elogie.

He aquí el engendro en cuestión. Lo dejo en el original para que no se pueda acusar al traductor (Matías Serra Bradford) de desfigurar el poema hasta convertirlo en incomprensible.

Boil

"American midwest my plentiful pain
God he cries out if you let me off
with this last one in the armpit
growing like slag I promise to follow
with definitely improved camera work
so much oil underfoot the land
is boiling over with damp richness
buffalo shoes anarak chairs and girls
who haven't heard of sex altogether
but plan ahead anyway as though
the quality of autumn rust coloured
fixing fences as close as they can set to Ohio

At night I take the other lines up with me
and place them strategically correct
in pairs of local confusion as birds
who find their dead places on the road
late spring young out of warm ruffles
flying along my eyes blink much these days
collision turning point subject matter
edges are as sharp as you find them".

En fin... Francamente deplorable... aunque todavía no estoy seguro de afirmar con certeza si yo o el poema.

5 de octubre de 2009

L'arbore di Diana y la distinción entre forma y contenido


La representación de L'arbore di Diana, una ópera buffa de finales del s.XVIII (se estrenó en Viena en 1787), puede servir como ejemplo para poner en tela de juicio la pertinencia de algunos excesos postmodernos en torno a la superflua distinción entre forma y contenido. Transformada por algunos en una reliquia que debe cancelarse ante evidencias como que "el contenido
es la forma" o "la forma es el contenido" estas extrapolaciones excesivas del célebre "el significado está en posición de signficante" pìerden a menudo su potencia descriptiva en beneficio del dogma.

Que la distinción no puede ser absoluta no significa que sea falsa, falaz o ficticia. Argumentos teóricos se han dado ya en muchas ocasiones. Ejemplos empíricos también. Uno de ellos muy reciente: la versión que Francisco Negrín ha hecho de esta ópera que, aunque tuvo en su momento un gran éxito internacional, difícilmente pasaría hoy día más que por una obra de tercera línea. Sin embargo, la dramaturgia de Negrín logra que resulte "legible" por encima de sus posibilidades hasta adquirir una categoría sorprendente: gracias al trabajo sobre una forma que se puede distinguir del contenido.

Si la forma hubiera respetado el tratamiento fiel, la recreación historicista, si se hubiera plegado a un contenido inseparable concebido como substante por su temporalidad, probablemente el producto hubiera sido decepcionante. Gracias a que la forma no es el contenido es posible que una obra más bien discreta pueda alcanzar una cierta excelencia.

En la "Hoja Informativa", núm. 86 del Gran teatre del Liceu, dedicada a L'arbore di Diana, en la entrevista a Negrín se puede leer:

"GTL– Y como nos explica la incursión en el mundo de la animación japonesa conocido como manga?
F. N.– Justamente lo que hemos hecho ha sido actualizar la estética barroca. No deja de ser un espectáculo barroco con una estética moderna. Los personajes mitológicos son una característica de los dibujos manga, y justamente en esta ópera encontramos la lucha de dos dioses, dos mundos contrapuestos: por un lado, el de Diana... y, por otro, el del Amor... justo para resaltar un mundo andrógino, que se aleja de la realidad de los mortales, justo lo que hallamos en la estética manga, una estética de personajes irreales, pero que no dejan de ser jóvenes, bellos, fashion i kitsch."

P.S: Por cierto. Un contraejemplo empírico de gran peso que se podría aducir para sostener la necesidad de eliminar la dualidad forma/contenido sería, más que los textos de Tzara o la música de Stockhausen o Lutoslawsky, Chiquito de la Calzada, ese genio que hizo del chiste una pura forma que parece constreñir el contenido en los márgenes del formalismo de un lenguaje estilizado. Pero eso es harina de otro costal.

2 de octubre de 2009

Escribe Derrida...


"Todo lo que un punto de vista deconstructivo trata de mostrar es que, dado que la convención, las instituciones y el consenso son estabilizaciones (algunas, estabilizaciones de gran duración; a veces, microestabilizaciones), esto significa que hay estabilizaciones de algo esencialmente inestable y caótico. Por lo tanto, se vuelve precisamente necesario estabilizar porque la estabilidad no es natural; porque hay inestabilidad es que la estabilización se vuelve necesaria; porque hay caos es que hay necesidad de estabilidad. Ahora bien, este caos e inestabilidad, que es fundamental, fundador e irreductible, es al mismo tiempo naturalmente lo peor que debemos enfrentar con leyes, reglas, convenciones, política y hegemonías provisionales, pero al msimo tiempo es una suerte, una posibilidad de cambiar, de desestabilizar".

("Notas sobre desconstrucción y pragmatismo", en Mouffe, Ch. (comp.) Desconstrucción y Pragmatismo, tad. de Marcos Mayer, p162-163)