19 de septiembre de 2011

Más sobre reformas y utopías


A uno le disgusta la lógica apocalíptica. El catastrofismo no es más que una nueva versión, pensada en términos de stress y generación de ansiedad para las masas, de la vieja parousía cristiana: la inminente segunda venida de Cristo que, por cierto, como siempre sucede, aun se espera.

Los escenarios apocalípticos son muy del agrado de los profesionales de la revolución, tanto como de los mass media y hay que desconfiar de ellos: tienen una larga historia de incumplimientos detrás y garantizan una serie de atropellos por las "circunstancias excepcionales", por la "inminencia", de los cuales ya sabemos bastante.

Por ello, uno no se toma dramáticamente el análisis que se publicaba en El País del domingo acerca de las posibles repercusiones políticas de un fin de la unidad monetaria europea actual pero sí insiste en que este escenario es uno de los que pueden acaecer si las esperanzas de las clases medias empobrecidas se depositan en proyectos "revolucionarios": en utopías y no en reformas. Y uno insiste: una guerra es una revolución en su sentido más amplio. No es utópica pero muchas veces se asientan en utopías (por ejemplo la de un país étnicamente "puro" que unido en torno a una estirpe, raza o lengua propias o únicas, podrá ser capaz de encarar la crisis y vencerla, así, de sopetón, de un golpe, como dijo Guardiola: "Si ens aixequem molt d'hora i treballem molt, som un país imparable!", como si no lleváramos años haciéndolo...).

"Saxo Bank considera que esa solución supondría de dos a tres billones de euros solo en recapitalizaciones bancarias. UBS ha llegado a calcular el coste de que un país del euro abandone la moneda única en unos 10.000 euros por persona durante el primer año, más unos 3.500 euros adicionales los años siguientes. En el caso de Grecia, el Gobierno alemán calcula costes suntuosos para Atenas si eso ocurre, con un retroceso del PIB del 50%. En cuanto a los costes políticos, los analistas ni siquiera descartan 'Gobiernos autoritarios o militares, incluso guerras civiles', según Citigroup. Y según el ministro de Finanzas polaco, que ha vaticinado 'una guerra' a lo largo de la próxima década si eso ocurre"