6 de noviembre de 2011

La historia se repite como farsa


Daniel Ortega se apresta a su tercer mandato como presidente de Nicaragua. He visto uno de sus discursos de campaña en el que las invocaciones a Dios se mezclan con alusiones al socialismo y la solidaridad.

Cuando uno tenía quince años asistió como telespectador a la revolución sandinista. Daniel Ortega fue para uno un ídolo, como el comandante Cero (Edén Pastora), Ernesto Cardenal, Tomás Borge o Bayardo Arce. Verlo ahora y ver en qué ha convertido el sandinismo (y en qué ha quedado la modélica revolución sandinista) le recuerda a uno la sentencia de Marx: "La historia se repite: la primera vez como tragedia, la segunda como farsa".